Todo esquiador que tenga prisa podrá hacer un alto entre dos pistas para resguardarse del frío y disfrutar de la pequeña restauración rápida y asequible preparada como en casa con productos frescos y de calidad.
Aquellos que piensan que la montaña es sinónimo de descanso podrán desconectar en torno a un buen café mientras ven caer la nieve. Los amantes de la gastronomía disfrutarán de su pesca favorita después de esquiar, el mejor momento del día.